Para tener una
buena comunicación es necesario estar en un estado receptivo, es decir, estar
dispuesto no solamente a ser escuchado, sino a escuchar. La comunicación no es
nada más que me escuchen, sino saber escuchar con una claridad de mente y con
flexibilidad. Es de ida y de vuelta. Lograr esto, sobre todo con la pareja no
es fácil, pues generalmente, entre más cercana es la relación, esto nos cuesta
más trabajo. La pareja muchas veces es con quien yo voy a descargar mis estados
de ánimo, el coraje, el estrés, mis frustraciones, etc. Esto se debe,
generalmente, a que sólo me estoy escuchando a mí mismo a través de mi diálogo
interno, no estoy escuchando al otro. Pero esto no termina aquí, poco a poco se
genera la incomunicación y como se pueden entrever las molestias y debilidades
por ese proceso, se comienzan a utilizar máscaras para ocultar las debilidades.
Para tener una
buena comunicación con la pareja es necesario ser valiente y auténtico, y para
esto necesitamos una gran claridad de mente y ser capaz de mirar al otro con
amor, y no como la persona que tiene la obligación de escucharme y de entender
el mundo tal y como yo lo entiendo. Esta comunicación debe ser con claridad. No
es tanto lo que se dice, sino cómo se dice.
Una de las
técnicas más eficientes es la de saber respirar correctamente, ya que
normalmente respiramos al revés. Esto quiere decir que cuando inhalamos, es
decir, cuando metemos el aire, metemos el abdomen, y cuando exhalamos lo
sacamos. Lo que estamos haciendo aquí es bloquear el aire y utilizando
solamente la tercera parte de la capacidad de nuestro diafragma. Esto hace que
nuestras células, incluyendo las cerebrales no estén bien oxigenadas, y así, en
momentos de tensión no ser capaces de razonar en vez de reaccionar. Aquí es
donde la comunicación con esta persona tan cercana a mí que es mi pareja deja
de ser funcional y se convierte en falta de comunicación y fuente de problemas
y malentendidos. Esto desencadena las “venganzas” más usuales como las famosas
“huelgas” de contacto físico y la “ley del hielo”, que son solamente
declaraciones de guerra. Aquí se empiezan a tejer los círculos viciosos en una
relación, que pueden llegar a finalizarla con violencia física o verbal, tarde
o temprano.
Otra herramienta
importante para resolver ésta situación es caer en cuenta de cuáles son mis
pensamientos, qué es lo que quiero comunicar y para qué lo quiero comunicar.
¿Estoy dispuesto a escuchar al otro abiertamente y aceptar una opinión
diferente a la mía como retroalimentación?
Es importante hablar
siempre de mis sentimientos. Por
ejemplo: “yo siento que...” Esto implica que estoy hablando desde mi yo
interno, y hablar de lo que yo siento, en vez de recriminar al otro, nos
permite tener una comunicación mucho más profunda: “es que tú me dijiste.. en
vez de “yo siento que lo que tu dijiste...” Estoy hablando desde mi punto de
vista con toda responsabilidad, y al aceptarla, tenemos el poder de cambiar de
opinión. El hablar de mis sentimientos implica una apertura hacia el otro,
invitándolo a que él también lo haga. Este tipo de comunicación es más asertivo
si se hace mirando a la pareja a los ojos, pues los ojos son una parte muy
importante del lenguaje corporal.
Atreverse a
ser sinceros con la pareja y decirle qué nos gusta y qué nos disgusta con toda
responsabilidad, después de respirar profundamente, y teniendo claro lo que
pensamos y sentimos, dispuestos a escuchar, hará una relación mucho más sana y
duradera, más flexible, y esto generará opciones para los dos, ya que no será
más un juicio, sino un conocimiento a fondo de la otra persona y nos daremos
cuenta que juntos y utilizando diferentes opiniones se puede llegar a un mejor
consenso de cualquier situación.
¿Mejor
comunicación con tu pareja? Conoce la técnica PACT
Esta técnica toma su nombre de las iniciales en
inglés de los conceptos: pon atención, reconoce, confirma y piensa.
(Publimetro Chile). La técnica PACT (pacto en inglés) se trata de establecer
cuatro pasos de acción en todo tipo de comunicación. Son la base para que
puedas comunicarte bien con los demás, incluyendo a tu pareja.
Al principio te costará acordarte, pero por qué
no anotar cada una de las palabras que encabezan los pasos para comunicarte en
un papel pequeño, una especie de torpedo que te ayude a recordar y mejorar la
forma en que te relacionas con tu pareja.
Paso 1: PON ATENCIÓN: no olvides que te estás comunicando con alguien y la mejor forma de
poner atención es mirar a la persona con la que estás hablando. En este caso es
recomendable que hagas gestos que confirmen que estás poniendo atención, como
asentir. Y recuerda que interrumpir es NO poner atención.
Paso 2: RECONOCER. Este paso busca que confirmes que has escuchado y entiendes lo que tu
pareja te está diciendo, para lo cual debes repetirlo para asegurar que ambos
están en la misma sintonía.
Paso 3: CONFIRMA con tu pareja que lo que repetiste en el paso anterior es lo que él
efectivamente quiso decir.
Paso 4: PIENSA antes
hablar, es mejor meditar antes de arrepentirse. Además esto te puede ayudar a
que escojas las mejores palabras y el tono para que la comunicación tenga
resultados positivos.
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