Explicación cientifica de la espiritualidad y las experiencias cumbres






Durante la última década  han surgido desde el campo de las neurociencias distintas explicaciones y teorías sobre las experiencias transpersonales y místicas
Algunos neurocientíficos creen que estás experiencias surgen por anomalías o fallos mentales del cerebro o bien les atribuyen una casuística en términos de crisis existenciales.
Sin embargo se está comenzando a admitir desde las ciencias cognitivas que es algo más que un fallo de tipo cognitivo o neuronal

?Cómo Puede contribuir la neurociencia a explicar las características propias de las experiencias místicas? ¿En qué medida son estas experiencias un producto de la actividad neural? ¿En qué manera y hasta qué punto puede explicar neurociencia el complejo mundo de la experiencia espiritual? Son estás preguntas que aún desde esa visión no se han podido responder.


Anne Runehov de la Universidad de Upsala,Suecia (http://uu.diva-portal.org/smash/record.jsf?pid=diva2:165572) trata de buscar explicaciones neurocientificas de la experiencia mística . Runehov se basa en los estudios de los científicos “neuro-espirituales” Persinger y Newberg & d’Aquili. Para ello hace una investigación filosófica crítica de sus trabajos.


Según Runehov las neurociencias pueden explicar hasta cierto punto estas experiencias y sin perder de vista que sólo es posible en condiciones controladas y con una metodología restringida que  resta espontaneidad a los procesos estudiados. Así mismo, amplia el estudio de las experiencias religiosas de autores incluyendo nuevas explicaciones, no meramente neurocientíficas, con estudios sociológicos, teológicos, de filosofía de la religión, éticos y psicológicos.


Un interesante trabajo para aquel que tenga interés en profundizar sobre la temática.
Para los defensores de la disfunción la epilepsia del lóbulo temporal sería responsable de generar estos sentimientos espirituales , religiosos o experiencias cercanas a la muerte.
Estas sensaciones son incluso posible de recrearlas artificialmente en el laboratorio.
Desde esta visión se acuñan términos como Neuroespiritualidad , para hablar de las experiencias surgidad de la hiperactivación de las estructura cerebrales del sístema limbico o cerebro emocional.Se ha confirmado que las estructuras límbicas, cuando se activan sea por estimulación eléctrica o por estimulación magnética transcraneal, son capaces de producir estas experiencias espirituales en condiciones controladas y de laboratorio .


Se ha descrito el síndrome de Gastaut-Geschwind, que se caracteriza por los siguientes síntomas: trastornos de la función sexual, conversiones religiosas súbitas, hiperreligiosidad, hipergrafia, preocupaciones filosóficas exageradas e irritabilidad. Estos síntomas coinciden con muchos que se han descrito entre los místicos de todas las religiones y se supone que entre las personas que probablemente han padecido esta enfermedad se encuentran Teresa de Ahumada, también conocida como Santa Teresa de Jesús, que en su biografía dice que estuvo varios días en coma y cuando se despertó tenía la lengua “hecha pedazos de mordida”. 


Se supone que Saulo de Tarso, Mahoma, Juana de Arco, Santa Catalina de Génova, Santa Catalina dei Ricci, Santa Teresa de Lisieux, Joseph  Smith, fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, sufrieron también de epilepsia.
Experimentos recientes realizados en Canadá han mostrado que la estimulación magnética transcraneal de las estructuras límbicas del lóbulo temporal puede producir en sujetos sanos experiencias de la presencia de otros seres o en las que los sujetos dicen encontrarse con seres espirituales de su propia religión.
Se plantean dos posibilidades: la de los creyentes, que pueden argumentar que Dios ha colocado en el cerebro humano estructuras que permiten el contacto con la divinidad y la religiosidad, o que estas son fruto de la evolución, como el resto del organismo, lo que llevaría a preguntarse qué valor de supervivencia tienen estas estructuras. 
Lo cierto de todo esto es que cada cosa tiene una utilidad , evidentemente  aún queda mucho para que los científicos sondeen en las verdaderas relaciones entre causa y efecto , permitiendo un explicación funcional de las experiencias cumbres y místicas sin perder de vista el efecto sanador de  dichas experiencias , la paz y felicidad lograda por numerosas personas que han logrado expandir su conciencia y acceder a estos estados etc..
Aquello que puede ser experimentado se convierte en u na realidad para el que lo experimenta.

Recomiendo ampliar el artículo accediendo a las investigaciones y conferencias de Francisco J. Rubia ,Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

Sus conclusiones son :


  • Que dado que poseemos en nuestro cerebro estructuras que son capaces de generar espiritualidad, la consecuencia es que tenemos una predisposición genética para ella.
  • Que sobre esta espiritualidad se construyen las religiones, un hecho que se puede deducir de las experiencias profundamente espirituales que han tenido todos los fundadores de religiones
  • Que la espiritualidad es un concepto más amplio que el de religión, ya que no existe religión sin espiritualidad, pero sí espiritualidad sin religión, como dijimos al principio.
  • Que la experiencia espiritual, religiosa, mística, numinosa, divina o de trascendencia es probablemente anterior a la aparición de nuestra especie sobre la tierra.
  • Que lo que llamamos espiritualidad es el resultado de la actividad de determinadas estructuras cerebrales pertenecientes al sistema límbico o cerebro emocional.
  • Que se puede acceder a las experiencias espirituales mediante técnicas activas, como la danza o la percusión de instrumentos, como hacen los chamanes, pero también mediante técnicas pasivas como el aislamiento, la huida al desierto, la privación sensorial y de alimentos y bebidas, la meditación, etc., como han hecho siempre todos los místicos y anacoretas.
  • Que las drogas enteógenas permiten también el acceso a estas experiencias espirituales y religiosas y se han utilizado desde tiempos inmemoriales.
  • Que hoy es posible provocar artificialmente, por estimulación eléctrica o magnética transcraneal, este tipo de experiencias.
  • Que el cerebro sea capaz de generar espiritualidad  debería obligar a una revisión de los conceptos materialismo y espiritualidad.
Soraya Founty




 

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