¿Cuál es la diferencia entre psicosis y emergencia espiritual?


Antes de tratar de diferenciar entre psicosis y emergencia espiritual, debemos reconocer que algunos estados alterados de conciencia pueden ser causados por condiciones médicas, tales como tumores o infecciones cerebrales, enfermedades de otros órganos, o desequilibrio electrolítico. Se recomiendan exámenes médicos para descartar causas biológicas antes de que pueda ser formado un diagnóstico de emergencia espiritual.

Es importante entender que etiquetas psiquiátricas como por ejemplo “esquizofrenia”, “maniaco depresivo”, y “paranoia” son formas de categorizar síntomas particulares que en general no tienen evidencia de causas biológicas. En palabras de Christina y Stanislav Grof (1990):
“Como la psiquiatría tradicional no hace distinción entre reacciones psicóticas y estados místicos, no solo crisis de apertura espiritual sino también experiencias transpersonales des complicadas terminan muchas veces recibiendo una etiqueta patológica…
“Bajo ciertas circunstancias, el uso de etiquetas de diagnóstico obscurecen los problemas e interfieren con el potencial curativo del proceso. En adición a la estigmatización social y los efectos psicológicamente dañinos, crean una falsa impresión de que el desorden es una enfermedad precisamente identificada y sirve como una justificación para el uso de medicación supresiva como una aproximación científicamente indicada.
Aunque los síntomas de psicosis y emergencia espiritual pueden parecer idénticos, la actitud de la persona hacia la experiencia puede ser la que determina la distinción y el resultado. Emma Bragdon (1988) Expone que: “flexibilidad para adaptarse y acomodarse a nuevas áreas de experiencia es parte del proceso de emergencia espiritual- en contraste a la inflexibilidad, que caracteriza a la psicosis profundamente arraigada.”
Christina y Stan Grof han desarrollado guías para ayudar a distinguir entre psicosis y emergencia espiritual, aunque también manifiestan que: “No hay manera de establecer criterios absolutamente claros para diferenciar entre emergencia espiritual y psicosis o enfermedad mental, ya que esos términos en sí carecen de validez científica.” La tabla de los Grof presentada más abajo, muestra algunas guías de distinción bastante útiles.
Muchas personas han intentado definir criterios que distingan a la psicosis de la emergencia espiritual. Otros se cuestionan si es apropiado o no tratar de distinguir entre los dos. A veces estos llamados “estados psicóticos” pueden convertirse en experiencias místicas. A veces emergencias espirituales pueden deslizarse hacia adentro y hacia afuera de la psicosis. Algunas personas sugieren que estos términos pertenecen a dos paradigmas separados, o formas de ver el mundo. El paradigma medico occidental etiqueta a cualquiera que demuestre comportamiento severamente fuera de lo común, como psicótico. Muchas culturas tribales y teóricos modernos verían el mismo comportamiento como un importante proceso de despertar espiritual.

El problema continúa siendo que las personas experimentando estos estados extremos usualmente tienen severa dificultad para relacionarse con los confines culturales de la sociedad. También pueden quedarse atorados en intensos periodos de angustia extrema. Pueden perderse en realidades que no les son familiares sin tener un mapa de regreso a casa. En éstas instancias necesitamos tratar de encontrar en dónde están, qué les está pasando, y dar el mayor apoyo y asistencia posible.

Antes de generar un diagnóstico de emergencia espiritual, y de decidir si usar estrategias de psicoterapia transpersonal, un buen examen médico es recomendado. Es importante no perder de vista condiciones que pueden ser diagnosticadas por técnicas clínicas y de laboratorio y que requieren asistencia médica, como puede ser el caso de infecciones, tumores, o enfermedades circulatorias del cerebro.

Características del proceso que indican la necesidad de un acercamiento médico al problema: 

  • El examen clínico y los tests de laboratorio detectan una enfermedad física que causa cambios psicológicos.
  • El examen clínico y los tests de laboratorio detectan un proceso de enfermedad cerebral que causa cambios psicológicos (reflejos neurológicos, fluido cerebroespinal, rayos x, etc.)
  • Tests psicológicos específicos indican un deterioro cerebral.
  • Deterioro del intelecto y la memoria, conciencia confusa, problemas básicos de orientación, (nombre, tiempo lugar), coordinación pobre.
  • Confusión, desorganización funcionamiento intelectual defectuoso que interfieren con la comunicación y la cooperación.
  • La historia personal delata serias dificultades en las relaciones interpersonales desde la niñez, incapacidad de establecer amistades y tener relaciones sexuales, adaptación social pobre, larga historia de problemas psiquiátricos.
  • Contenido del proceso mal organizado y definido, cambios emocionales y de conducta, desorganización inespecífica de las funciones psicológicas, falta de sentido, sin indicación de dirección del desarrollo, asociaciones flojas, incoherencia.
  • Alejamiento autista, agresividad, o control y comportamiento manipulador que interfiere con buenas relaciones laborales y hace imposible la coordinación.
  • Incapacidad de ver al proceso como algo interno, confusión entre las experiencias interiores y el mundo exterior, excesiva proyección y recriminación. “Externalizar”
  • Desconfianza básica, percepción del mundo y la gente como) hostiles, delirios persecutorios, alucinaciones acústicas de enemigos (voces) de contenido desagradable.
  • Violación de reglas básicas de terapia (“no lastimarse ni a sí mismo ni a nadie más, no dañar la propiedad ajena”), impulsos destructivos y autodestructivos (de suicidio o automutilación) y la tendencia a llevarlos a cabo sin aviso previo.
  • Conductas que ponen en peligro la salud y causan una grave preocupación (negarse a comer o a beber durante largos períodos de tiempo, negligencia en normas higiénicas básicas).

Características del proceso que sugieren que una estrategia vía emergencia espiritual podría funcionar: 

  • Funcionamiento adecuado anterior al episodio, demostrado por habilidades interpersonales, cierto éxito en la escuela y la vocación, red de amigos, capacidad para tener relaciones sexuales, sin una historia psiquiátrica grave.
  • Secuencias de recuerdos biográficos, temas de nacimiento y muerte, experiencias transpersonales, posible comprensión de la naturaleza curativa o espiritual del proceso, cambio y desarrollo de temas, progresión definible, incidencia de reales sincronías (evidente para los demás).
  • Capacidad de relacionarse y cooperar aun en episodios de experiencias dramáticas que se dan espontáneamente o en el curso del trabajo psicoterapéutico.
  • Percepción de la naturaleza interna del proceso, capacidad satisfactoria para distinguir entre lo interno y lo externo, el proceso se acepta como propio, capacidad para mantenerlo internalizado
  • Suficiente confianza como para aceptar la ayuda y cooperar, ausencia de voces y delirios persecutorios.
  • Capacidad de respetar las reglas básicas de la terapia, ausencia de ideas destructivas o autodestructivas o tendencias de este tipo, capacidad de hablar sobre ellas y aceptar medidas de precaución.
  • Buena cooperación en lo relacionado con la salud física, mantención básica de normas de higiene.

De "La Tormentosa Búsqueda del Ser" por Stanislav y Christina Grof





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por los comentarios , abrazo hondo