CUANDO LA PIEL PICA ALGO INTERNO REQUIERE CONCIENCIA (iii)





El prurito es un fenómeno que acompaña a muchas enfermedades de la piel (por ejemplo, urticaria), pero que también puede presentarse solo, sin «causa» alguna. El prurito o picor puede llevar a una persona a la desesperación; continuamente tiene que rascarse algún lugar del cuerpo. El picor y el rascarse también tienen idiomáticamente un significado psíquico: Al que le pique que se rasque. Es decir, al que le «irrite».

El picor, con sus sensaciones asociadas de cosquilleo, irritación y ardor, tiene connotaciones sexuales, pero no dejemos que la sexualidad nos haga pasar por alto otros conceptos afines al tema. También, en el sentido agresivo, se puede «picar» a alguien. Se trata, en suma, de un estímulo que puede ser de índole sexual, agresiva o amorosa. Es un estímulo que tiene una valoración ambivalente, que puede ser grato o molesto, pero siempre excitante.

La palabra latina prurigo significa, además de picor, alegría y el verbo prurire significa picar.

El picor corporal indica que, en el plano mental, algo nos excita, algo que, evidentemente, hemos pasado por alto, o no habría tenido que manifestarse en forma de prurito. Detrás del picor existe alguna pasión, un ardor, un deseo que está pidiendo ser descubierto. Por eso nos obliga a rascar. El rascarse es una forma suave de escarbar o cavar.

Como se escarba y se cava en la tierra para sacar algo a la luz, así el que tiene picores rasca su superficie, su piel, en busca de lo que le pica, le hace cosquillas, le excita y le irrita. Cuando lo encuentra, se siente aliviado. Es decir, el prurito siempre anuncia algo que me pica, anuncia algo que no me deja frío, algo que me hace cosquillas: una pasión ardiente, una exaltación, un amor fogoso o, también, la llama de la ira. No es de extrañar que el picor esté acompañado de erupciones cutáneas, manchas rojas e inflamaciones.

El lema es: rascar en la conciencia hasta encontrar qué es lo que pica.


ENFERMEDADES DE LA PIEL
En las enfermedades de la piel y erupciones, preguntar:
1. ¿Me aíslo excesivamente?
2. ¿Cómo llevo mi capacidad de contacto?
3. ¿No reprimo con mi actitud distante, el deseo de compenetración?
4. ¿ Qué es lo que está tratando de salir a la luz? (Sexualidad, instinto, pasión, agresividad, entusiasmo.)
5. ¿Qué me pica en realidad?
6. ¿Me he retraído al aislamiento?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por los comentarios , abrazo hondo