El
prurito es un fenómeno que acompaña a muchas enfermedades de la piel (por
ejemplo, urticaria), pero que también puede presentarse solo, sin «causa»
alguna. El prurito o picor puede llevar a una persona a la desesperación;
continuamente tiene que rascarse algún lugar del cuerpo. El picor y el rascarse
también tienen idiomáticamente un significado psíquico: Al que le pique que se
rasque. Es decir, al que le «irrite».
El
picor, con sus sensaciones asociadas de cosquilleo, irritación y ardor, tiene
connotaciones sexuales, pero no dejemos que la sexualidad nos haga pasar por
alto otros conceptos afines al tema. También, en el sentido agresivo, se puede
«picar» a alguien. Se trata, en suma, de un estímulo que puede ser de índole
sexual, agresiva o amorosa. Es un estímulo que tiene una valoración
ambivalente, que puede ser grato o molesto, pero siempre excitante.
La
palabra latina prurigo significa, además de picor, alegría y el verbo prurire
significa picar.
El picor corporal indica que, en el plano mental, algo nos excita, algo que, evidentemente, hemos pasado por alto, o no habría tenido que manifestarse en forma de prurito. Detrás del picor existe alguna pasión, un ardor, un deseo que está pidiendo ser descubierto. Por eso nos obliga a rascar. El rascarse es una forma suave de escarbar o cavar.
El picor corporal indica que, en el plano mental, algo nos excita, algo que, evidentemente, hemos pasado por alto, o no habría tenido que manifestarse en forma de prurito. Detrás del picor existe alguna pasión, un ardor, un deseo que está pidiendo ser descubierto. Por eso nos obliga a rascar. El rascarse es una forma suave de escarbar o cavar.
Como
se escarba y se cava en la tierra para sacar algo a la luz, así el que tiene
picores rasca su superficie, su piel, en busca de lo que le pica, le hace
cosquillas, le excita y le irrita. Cuando lo encuentra, se siente aliviado. Es
decir, el prurito siempre anuncia algo que me pica, anuncia algo que no me deja
frío, algo que me hace cosquillas: una pasión ardiente, una exaltación, un amor
fogoso o, también, la llama de la ira. No es de extrañar que el picor esté
acompañado de erupciones cutáneas, manchas rojas e inflamaciones.
El
lema es: rascar en la conciencia hasta encontrar qué es lo que pica.
ENFERMEDADES
DE LA PIEL
En
las enfermedades de la piel y erupciones, preguntar:
1.
¿Me aíslo excesivamente?
2. ¿Cómo llevo mi capacidad de contacto?
3. ¿No reprimo con mi actitud distante, el deseo de compenetración?
4. ¿ Qué es lo que está tratando de salir a la luz? (Sexualidad, instinto, pasión, agresividad, entusiasmo.)
5. ¿Qué me pica en realidad?
6. ¿Me he retraído al aislamiento?
2. ¿Cómo llevo mi capacidad de contacto?
3. ¿No reprimo con mi actitud distante, el deseo de compenetración?
4. ¿ Qué es lo que está tratando de salir a la luz? (Sexualidad, instinto, pasión, agresividad, entusiasmo.)
5. ¿Qué me pica en realidad?
6. ¿Me he retraído al aislamiento?
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