Los 5 Mitos Acerca de la Iluminación

 


 1. La iluminación es un largo viaje que toma muchos años, décadas, o incluso toda una vida.
La iluminación consiste en darte cuenta que lo que eres, es lo que siempre has sido y de hecho, no puede evitar ser Consciencia pura. Que tú no eres la 'auto-imagen' que tienes acerca de ti mismo, ni tus pensamientos, o incluso tu cuerpo. Más bien, tu naturaleza original, tu esencia no condicionada, es la Presencia Consciente atemporal.

Debido a que esto es completamente lo que ya eres, no puedes 'hacer' nada para llegar ahí. Por lo tanto, el viaje hacia la iluminación es uno sin distancia. Una analogía sería: ¿qué distancia necesitaría recorrer el océano para encontrar agua? La respuesta es: ninguna distancia. Éste simplemente necesitaría reconocer claramente lo que ya es.

La razón por la que es tan difícil despertar a nuestra naturaleza original infinita es porque se nos ha dicho/condicionado desde que nacimos, que somos nuestro cuerpo y/o la imagen que tenemos de nosotros mismos en nuestra mente, es decir, nuestra 'auto-imagen.' No somos eso. ¿Qué es lo que somos? Somos ESO que en silencio observa o está CONSCIENTE de todo lo que experimentamos. Esto incluye todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones, imágenes y percepciones que surgen dentro, al igual que 'el mundo exterior' (de hecho, podríamos decir que no estamos en el mundo, sino que ¡el mundo está en nosotros!). Por ejemplo, ¿cómo sabes que tienes un cuerpo? Lo sabes porque estás consciente de él. ¿Cómo sabes que tienes pensamientos? Lo sabes porque estás consciente de ellos. En pocas palabras, tu naturaleza es la CONSCIENCIA misma.

2. Estaré iluminado en cuanto aprenda a detener mis pensamientos.
Este es un error muy común. La realidad es que no necesitas que tus pensamientos se detengan para despertar, sólo tienes que dejar de identificarte con ellos. Sin embargo, esto no es tan fácil porque la mayoría de nosotros nos hemos pasado la vida haciendo justamente eso. La clave está en observarlos, observarlos silenciosamente. Observa el espacio que hay entre tú y el pensamiento que surge y date cuenta que tú estás presente antes que el pensamiento, durante el pensamiento, y después del pensamiento, entonces, el pensamiento no puede ser tú. De hecho, ¿acaso no estás absolutamente presente incluso cuando ningún pensamiento está surgiendo?

3. La iluminación significa que me liberaré del ego.
El ego es necesario para la supervivencia del cuerpo, y es lo que nos indica cuándo huir del peligro o cuándo debemos defendernos. Sin embargo, a pesar de que en raras ocasiones nos encontramos en situaciones reales de vida o muerte, el ego aborda cualquier disturbio psicológico con esta misma respuesta de lucha o huida. Si alguien nos insulta o se nos mete en el tráfico, el ego entra en acción sintiéndose amenazado.

La clave está en ver que no somos nuestro ego. A través de observarlo cuando se pone en acción podemos ir ganando un poco de espacio entre nosotros y él. Cuanto más espacio, menos atracción generará sobre nosotros. Muy pronto, el ego se empieza a sentir un niño mimado que siempre está quejándose y lloriqueando porque quiere lo que quiere cuando quiere. El mantra del ego es: '¡Yo, yo, yo!'

En lugar de enojarnos con 'el niño', podemos empezar a amarlo y a asegurarle que está a salvo. Al no tomar nuestro ego tan en serio, literalmente nos empezamos a relajar. De nuevo, no necesitas deshacerte del ego - ver con claridad que no es lo que tú eres, es más que suficiente.

4. Una vez que me ilumine, mi vida estará libre de problemas.

Cuando despiertas, no es que sólo cosas 'positivas' vengan a tu vida, más bien es que has dejado de etiquetarlas como positivas y negativas porque todo es visto ahora como la Vida desplegándose exactamente tal y como se despliega. Te das cuenta que no tienes el control de la Vida, que la Vida es, y que no estás separado de la Vida. (Incluso si nos sentimos separados, eso no lo hace así. Una ola podría sentirse separada del océano todo lo que quiera, sin embargo, eso no significa que lo esté.) Y así aprendes a confiar plena y completamente en la Vida. Aprendes a 'fluir' y a disfrutar del viaje. Una montaña rusa tiene ALTAS y BAJAS. ¡No puedes tener una con sólo ALTAS!

A medida que envejecemos, nos damos cuenta que la vida pasa demasiado rápido, por lo que el impulso de estar lloriqueando y quejándonos de cada insignificancia, de repente se convierte en un desperdicio de energía - energía que ya no damos por sentada.

Recuerda, todo el mundo es un buen capitán cuando la mar está en calma... así que mejor no huyamos de las tormentas... Podemos ver una tormenta como un problema completamente insuperable o como un desafío para llegar a lo más profundo y descubrir de lo que estamos hechos realmente. Como dice el refrán, 'los barcos no fueron diseñados para permanecer en puerto'.
Independientemente del resultado de la situación, aprenderás algo acerca de ti mismo que no sabías. Y cuando despiertes, serás consciente de que lo que eres, en tu centro, jamás podrá ser dañado. Como el Bhagavad Gita dice con respecto a tu verdadera naturaleza:

“Una espada no puede cortar ESO, tampoco el fuego puede quemar ESO; el agua no puede mojar ESO, tampoco el viento puede secar ESO.”

5. Sabré que estoy iluminado porque me sentiré dichoso todos los días.
Aunque la dicha o la felicidad suprema es una experiencia maravillosa, como toda experiencia, es algo que viene y va. La idea de que estar iluminado significa ser dichoso todo el tiempo, simplemente no es verdad. Despertar significa ser plenamente auténtico con el momento presente, APAREZCA LO QUE APAREZCA.

Ya que el ser iluminado no se encuentra viviendo en el pasado ni en el futuro, tiene la capacidad de acoger incondicionalmente cualquier pensamiento, sentimiento, sensación o emoción que esté surgiendo en el momento presente. Entonces, por ejemplo, si ve que un animal está siendo maltratado por un humano, podría de hecho llorar al presenciar un acto tan inconsciente. Lo que descubrimos es que nosotros somos ese ESPACIO para cualquier experiencia que esté sucediendo en este momento.

Algunas consideraciones finales...

Es importante darte cuenta que no puedes localizar a la Consciencia, sólo puedes SER eso. Al igual que un ojo puede ver todo, menos a sí mismo, cualquier cosa de lo que la Consciencia sea consciente, no es ESO. Porque desde el momento en que dices 'esto' es Consciencia, entonces tendrías que preguntarte, ¿qué es lo que está consciente de eso? ¿Ves el dilema?

Y así, en el Vedanta Advaita el término sánscrito, “neti neti,” que significa 'ni esto, ni aquello' se utiliza a menudo como una práctica para encontrar el camino de regreso a casa. Por ejemplo, podrías ver un árbol y preguntar, '¿Soy el árbol, o lo que está consciente de él?' Ya que tú estás consciente del árbol, sabes entonces, que no podrías ser el árbol. Y puedes hacer esto con cada objeto en el que aterricen tus ojos, incluyendo tu cuerpo.

Al principio, la mente tratará de decir, '¡Pero 'yo' estoy consciente de esto!' Sin embargo, cuando tienes que preguntar, '¿Y qué es lo que conoce o está consciente de este 'yo' que afirma conocer el árbol? Y la mente dice, '¡Yo!' Y tú preguntas, '¿Y quién está consciente de este 'yo?' Si sigues preguntando, '¿Y qué es lo que está consciente de eso?' a cualquier respuesta que se le ocurra a la mente, con el tiempo, la mente se calma al darse cuenta que se ha quedado sin respuestas. Y así, terminas quedándote en silencio.

La clave es que tienes que hacer este ejercicio, realmente, de tal forma que el entendimiento intelectual termine siendo experiencial. Esto se conoce, no a través de creer en lo que los demás te digan, sino a través de confirmarlo con tu propia experiencia directa. Y si lo haces una y otra vez, se hará absolutamente obvio que cualquier cosa de la que estés consciente, no puede ser lo que tú eres. Y de pronto, podrías caer en la cuenta de que lo que siempre estuviste buscando era ESO que está llevando a cabo la búsqueda... y entonces descansas en/como eso.
 

 por Michael Jeffreys.

 (Traducido por Tarsila Murguía. Fuente:
http://www.collective-evolution.com/2014/03/03/5-myths-about-enlightenment/ )

¿Que es una emergencia espiritual?




No es posible despertar a la consciencia sin dolor. La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por absurda que sea, para evitar enfrentarse a su propia alma. Nadie se ilumina imaginando figuras de luz, sino por hacer consciente la oscuridad.

Carl Gustav Jung

¿
Estas en un proceso de transformación personal y no sabes muy bien que te ocurre con respecto a lo que sientes?.

¿Te da la sensación de que algo no va bien, que te sientes mal, que estas incómoda?.

¿A ocurrido algo traumático en tu vida y desde entonces ya nada parece ser lo mismo?

¿Te has dado cuenta de que ya no sabes?

Definimos como Emergencia Espiritual todas esas situaciones críticas que vive un ser humano, algunas , incluso , de carácter traumático. Éstas dan lugar a una plena transformación del individuo.

La Emergencia Espiritual da lugar al Despertar Espiritual; aunque en un principio, este proceso de Despertar se manifiesta de forma muy desagradable para el individuo.

Por lo que se puede resumir diciendo:

La Emergencia Espiritual es el Despertar Espiritual a través del trauma.

Vendría a ser como “abrir la caja de los truenos” que ya existían en nuestro interior. Y digo “truenos” porque todas esas percepciones de tipo espiritual no tienen nada de luminoso y bello.

En este extracto del libro “En busca del Ser” de Christina Grof & Stanislav Grof se abordan estas preguntas de modo que facilitan la comprensión de ese tránsito en muchos casos “doloroso”, y conseguir con ello la fuerza necesaria para no bajar la guardia, y dejar que el proceso fluya de forma natural; solo permitiendo y aceptando lo que venga, sin interrupciones, conseguiremos trascender esa etapa para alcanzar la plenitud y sentir nuestra autenticidad.


¿Qué es una emergencia espiritual?

Aunque los valores espirituales han sido en general reemplazados por consideraciones materialistas o sencillamente ignorados en la sociedad moderna, ahora se hace cada vez más evidente que el deseo de trascendencia y la necesidad de un desarrollo interno son aspectos básicos y normales de la naturaleza humana.

Los estados místicos pueden ser profundamente curativos y tener un importante impacto positivo en la vida de quien los experimenta. Es más: muchos episodios difíciles en los estados alterados de conciencia pueden considerarse crisis de transformación y de apertura espiritual. Las experiencias tormentosas de este tipo — emergencias espirituales, como las hemos llamado— han sido descritas en repetidas ocasiones en textos sagrados de todas las épocas como momentos duros en el sendero místico.

Las emergencias espirituales pueden definirse como etapas críticas y difíciles de atravesar en una profunda transformación psicológica que abarca todo nuestro ser. Se dan como estados alterados de conciencia, e implican emociones intensas, visiones y otros cambios sensoriales, pensamientos extraños y diversas manifestaciones físicas. Estos episodios suelen estar relacionados con cuestiones espirituales; incluyen secuencias de muerte y renacimiento psicológico, experiencias que parecen ser recuerdos de vidas pasadas, sentimientos de unidad con el universo, encuentros con diversos seres mitológicos y motivos similares.


¿Qué desencadena una emergencia espiritual?

En la mayoría de los casos se puede identificar la situación que disparó la crisis de transformación: puede ser un factor físico primario, como una enfermedad, un accidente, una operación, un cansancio físico extremo o una prolongada falta de sueño. Circunstancias como éstas son capaces de bajar la resistencia psicológica al debilitar al cuerpo, y, además, al funcionar como poderosos recordatorios de la muerte y la fragilidad de la vida humana.

El ejemplo más dramático en esta categoría es la emergencia espiritual que sigue a una experiencia cercana a la muerte asociada a una grave crisis biológica, lo que permite acceder a experiencias trascendentales muy profundas. En las mujeres, una crisis de transformación puede ser desencadenada por la combinación del estrés físico y emocional durante el parto. Ya que dar a luz es una situación en la que existe el peligro de perder la propia vida, hay un elemento de muerte en cada nacimiento; esta experiencia lleva así a la madre a las fronteras mismas de la existencia individual: su comienzo y su fin. Esta es también la zona intermedia entre lo personal y lo transpersonal.

En algunas instancias, un aborto natural o provocado puede jugar el mismo papel. A veces una transformación psicoespiritual puede comenzar durante relaciones amorosas intensas y emocionalmente desbordantes.

El sexo también tiene una dimensión transpersonal importante: por un lado, es un vehículo para trascender la mortalidad biológica porque es capaz de producir una nueva vida; por el otro, nene una profunda conexión con la muerte. De hecho, los franceses llaman ‘ pequeña muerte” al orgasmo. Una unión sexual que se da en el contexto de un lazo emocional poderoso puede convertirse en una profunda experiencia mística: todas las fronteras individuales parecen disolverse y la pareja se siente reconectada con su origen divino. Además de ser la unión biológica de dos seres huma nos, una situación de este tipo puede ser experimentada como la unión de los principios femenino y masculino, y alcanzar dimensiones divinas.

La profunda relación entre sexualidad y espiritualidad es conocida y cultivada en las tradiciones espirituales tántricas. En otros casos, el comienzo de una emergencia espiritual puede rastrearse hasta hallar una experiencia emocional muy fuerte, en especial una implique una gran pérdida, tal vez el fin de una relación amorosa importante, un divorcio, la muerte de un hijo, un padre u otro pariente cercano. Con menor frecuencia, el acontecimiento desencadenante es un desastre financiero inesperado, una serie de fracasos o la pérdida de un trabajo.

En algunas personas la gota que rebalsa el vaso puede ser la experiencia con una droga alteradora de la conciencia, o una sesión de psicoterapia intensa. Se conocen casos en los que una crisis de transformación comenzó en tus Sillón de dentista con la extracción de una muela utilizando oxido nitroso. La era de la experimentación descontrolada con drogas psicodélicas catapulto a mucha gente hacia la apertura espiritual, y a algunos de ellos hacia la emergencia espiritual. También hemos visto casos en los que una droga recetada por razones de salud fue el factor desencadenan te. Una sesión de hipnosis llevada a cabo con la intención de aliviar un terrible dolor de cabeza puede inesperadamente producir una experiencia de muerte y renacimiento, recuerdos de vidas pasadas y otros dominios espirituales de la psique que resultaran difíciles de asimilar.

Lo mismo ocurre con sesiones de psicoterapia experiencial que no se resuelven exitosamente. La amplia variedad de aparentes desencadenantes de la emergencia espiritual sugiere que lo más importante es la predisposición del individuo para la transformación interna, mucho más que los estímulos externos. Pero si buscamos un común denominador o un camino final en las situaciones desencadenantes, encontraremos que todas estas situaciones conllevan un cambio radical en el equilibrio entre los procesos conscientes e inconscientes. Algo ocurre que favorece el funcionamiento del inconsciente al extremo de que éste supera las percepciones comunes.

En ocasiones, las defensas del ego pueden verse debilitadas por una agresión biológica; en otros casos, un trauma psicológico interfiere con los esfuerzos de la persona, orientados hacia lo externo, redirigiéndola hacia su mundo interior. El catalizador más importante de una emergencia espiritual es un profundo compromiso con distintas prácticas espirituales.

De hecho, muchas de estas han sido diseñadas para facilitar la experiencia mística al aislar al buscador de las influencias externas y orientarlo hacia su inundo interior. Es fácil de imaginar el impulso espiritual que surge de las formas activas de la adoración religiosa, como bailar en trance, los giros sufies, la percusión de tambores, las salmodias o las letanías. Pero las crisis de transformación también pueden comenzar de manera menos dramática como la meditación sentada o en movimiento, la contemplación y la oración devocional.

En la medida en que disciplinas espirituales tanto orientales como occidentales ganan popularidad, más y más gente parece experimentar crisis de transformación relacionadas directamente con sus prácticas. Se han puesto en contacto con nosotros en repetidas ocasiones personas cuyas experiencias ocurrieron durante la práctica de la meditación zen, la meditación budista vipassana, el Yoga Kundalini, los ejercicios sufies, la oración cristiana o la contemplación monástica. 



Extracto de “En busca del Ser”.- Guia para el crecimiento personal
Christina Grof & Stanislav Grof



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El amor, el miedo o la ira crean reacciones físicas en partes diferentes del cuerpo


 
La mayoría de los participantes en el estudio coincidieron en señalar las mismas zonas del cuerpo para la misma emoción. / Cortesía de: courtesy of Lauri Nummenmaa, Enrico Glerean, Riitta Hari, and Jari Hietanen

 
 

Cada emoción tiene su propio mapa corporal de sensaciones, según un estudio. La localización física de las emociones es universal e independiente de la cultura


La muerte de un ser querido llega a provocar dolor físico como el amor acelera el ritmo cardíaco o el miedo y la ira rigidez muscular. Pero ¿estas sensaciones físicas disparadas por emociones son universales o responden más a estereotipos culturales como el corazón partío de Alejandro Sanz? Tras crear el posiblemente primer mapa corporal de las emociones, investigadores finlandeses apuestan más por lo primero. A cada emoción, responde una determinada zona del cuerpo y esto sucede con personas que hablan diferentes lenguas o pertenecen a distintos países.

Todas las emociones básicas, desde la ira hasta la tristeza, tienen un correlato somático. El nerviosismo ante una entrevista de trabajo puede provocar sudoración en las manos y la tristeza, pesadez en las piernas. Son mecanismos biológicos que preparan o responden a estímulos del entorno. Pero no estaba claro si ante metáforas como la de las mariposas en el estómago todos sintieran el revoloteo de estos lepidópteros en la misma zona del cuerpo y menos aún si lo hacían igual un finlandés, un sueco o un chino.

“Pues sí, parece que todas las emociones que hemos estudiado aparecen asociadas con diferentes mapas de sensaciones corporales”, dice el profesor de neurociencia cognitiva de la Universidad de Aalto en Finlandia,
Lauri Nummenmaa. Junto a varios colegas, Nummenmaa realizó una serie de cinco experimentos sucesivos en los que una muestra de 703 personas debían localizar en qué lugar de su cuerpo percibían el impacto de cada una de las emociones más básicas y otras más complejas. Entre las primeras contaron la ira, el miedo, el asco, la felicidad, la tristeza o la sorpresa. Entre las segundas, en parte constructo en parte naturales, aparecen la ansiedad, el amor, la depresión, el desprecio, el orgullo (en el sentido de sentirse orgulloso), la vergüenza y la envidia.

Situados ante una silueta humana en blanco, pidieron a los participantes que colorearan las zonas del cuerpo que se activaban más o menos mientras leían las palabras usadas para nombrar a cada una de las 13 emociones analizadas. Debían usar el rojo para las zonas de mayor sensación y el azul las de menor activación. Para el conjunto de emociones, comprobaron que la mayoría de los participantes (por encima del 73%) coincidían en las zonas coloreadas creando los mismos mapas de sensaciones corporales.

Según publican en
PNAS, vieron además que el conjunto de las emociones positivas, como la felicidad, el amor o el orgullo crean mapas sensoriales que se solapan, aunque algunos son más extensos que otros. En concreto, las dos emociones que más se sienten, casi recorriendo todo el cuerpo, son el amor y la felicidad (o alegría). “Nosotros, por supuesto, no sabemos la razón de fondo. Pero se puede especular con que las emociones positivas asociadas a, por ejemplo, estar con los seres queridos o en situaciones emocionantes, pueden provocar una respuesta global preparatoria en el sistema locomotor con el fin de asegurar los beneficios sociales de la situación”, sostiene el investigador finlandés.

Sin embargo, las reacciones sensoriales a las emociones negativas no se solapan pero sí se muestran emparejadas. Así, los mapas de ira y miedo son muy similares entre sí, como lo son también el de la ansiedad con el de la vergüenza o el de la tristeza con el de la depresión. Sí se coinciden prácticamente los creados por el asco, el desprecio y la envidia.

En general, las emociones básicas sean negativas o positivas activan sensaciones en el tronco superior. Allí es donde residen los órganos vitales y se inician procesos somáticos como el ritmo cardíaco o la respiración. En particular, la zona de la cabeza se ve golpeada por todas las emociones. Pero hay diferencias de intensidad según sea la emoción. Así, las extremidades superiores se hiperactivan con la ira o la felicidad y menos con la tristeza. Las emociones no básicas provocan una significativa menor respuesta corporal.

“Hemos llegado a la conclusión de que estos mapas reflejan los cambios corporales sistemáticos asociados con cada emoción, es decir, cada una desencadena un patrón funcional específico en el cuerpo que se corresponde con la forma en que trata de proteger nuestra mente y nuestro cuerpo”, asegura Nummenmaa.
El mismo mapa en diferentes culturas

Para descartar que la carga significante de las propias palabras desvirtuaran el resultado, repitieron el experimento con dos grupos lingüisticos muy diferentes, por un lado hablantes del finés (una lengua urálica) y, por el otro, de sueco (lengua germánica). No apreciaron diferencias significativas entre los mapas sensoriales creados en cada una de las lenguas.

Aún así, las palabras, independientemente del idioma que sea, pueden portar una carga emotiva por sí mismas. Por eso, completaron el estudio con cuatro experimentos más. Buscaban inducir en los participantes cada estado emocional mediante series de fotografías, la lectura de relatos cortos, el visionado de películas o expresiones faciales. Aunque en ninguno de los materiales aparecían las palabras ira, alegría, tristeza… su contenido sí buscaba transmitir cada una de esas emociones. De nuevo, y para cada uno de los materiales audiovisuales, los participantes crearon mapas corporales de sus sensaciones que prácticamente coincidían con los generados tras leer las palabras.

Por último, para comprobar si estas observaciones podrían tener validez universal. Repitieron las pruebas con un grupo de taiwaneses y en su idioma natal. Los resultados seguían coincidiendo. Para Nummenmaa, ”las sensaciones corporales parecen tener un origen biológico más que ser una construcción lingüistica o cultural, ya que son muy similares en las distintas culturas y lenguas estudiadas”.
'Bodily maps of emotions' DOI: 10.1073/pnas.1321664111